“El reto del ‘papel cero’ con una Administración que no estaba preparada inicialmente para la era digital”
Desde hace más de 20 años, esta profesión en plena era telemática comienza no solo a realizar los trámites ante la Administración de este modo, sino que ya tenía las miras puestas y estaba sentando las bases en la era de la digitalización.
Comenzamos a crear plataformas informáticas para facilitar los trámites de nuestros clientes ante la Administración; esta visión hizo que, por fortuna, cuando comenzó la Pandemia ya los Gestores Administrativos estuviéramos preparados para afrontar los trámites que requerían los administrados. Así conseguimos hacer frente a las situaciones adversas, y mantener y sacar a flote a gran parte del tejido empresarial de este país.
La Administración, sin embargo, tuvo que avanzar a pasos agigantados y en muy poco tiempo con todo el proceso de digitalización, acelerando un proceso en un periodo de un año y medio para compensar al menos un lustro de retraso.
Como profesionales supuso un choque frontal en muchos aspectos a la hora de trabajar con la Administración, pero también para el ciudadano de a pie que necesitaba relacionarse y solventar sus trámites, ya que existe un salto generacional que no fue preparado poco a poco para la digitalización, y de repente se encontró con un muro infranqueable para poder solucionar sus gestiones.
Esta situación, unida a la falta de presencialidad física en la Administración, debido a la excesiva implantación del teletrabajo y al sistema de cita previa, ha hecho que los Gestores Administrativos seamos cada vez más imprescindibles para actuar como puente o intermediarios y colaboradores para solucionar los problemas de los administrados.
Como profesionales encontramos muchas trabas administrativas en nuestro día a día en la era digital con la Administración.
En muchas ocasiones, en el día a día, cuesta muchísimo llegar al trámite “papel cero”, porque no todas las administraciones tienen el mismo nivel de digitalización. A menudo iniciamos trámites que conllevan relacionarse con varias administraciones, y debido al retraso en la digitalización de algunas de ellas, resulta complicado resolver el expediente. En muchas otras ocasiones, y sobre todo en momentos de presentación masiva en plazos determinados, las plataformas llegan a colapsarse, impidiendo la presentación de expedientes en tiempo real.
Otra gran traba es el exceso de burocracia. En plena era digital y contando con medios de inteligencia artificial con los que tiene la Administración, es el caso del Big Data y la interrelación entre las administraciones, se deberían simplificar mucho más los trámites, sobre todo porque se pueden comprobar de oficio multitud de requisitos sin necesidad de que tengan que ser aportados por el administrado.
Y en cuanto al contenido de muchas gestiones, como solicitud de subvenciones y ayudas, se piden a los ciudadanos y a las pequeñas empresas requisitos que se alejan de la realidad para su cumplimiento e impiden llegar a ellas, no teniendo en cuenta muchas veces que son creadas para hacer frente a situaciones excepcionales y especiales y que, por lo tanto, las exigencias y la burocracia también tendrían que ajustarse a las circunstancias.
La digitalización no puede convertirse en un arma de doble filo. La Administración no puede estar de espaldas ni alejada del administrado, sea empresa, autónomo, ciudadano, profesional o un colaborador, escudándose en la digitalización del trámite.
Los Gestores Administrativos estamos preparados para afrontar la gestión documental y el “papel cero”. Estoy convencida de que juntos y en colaboración con la Administración y el ciudadano conseguiremos el gran reto de esta era digital.